09 Mar Algo se mueve en Alicante
Juan José Ruiz Martínez
Director EPSO UMH
Un un sorprendente contrasentido, España, el país con la mayor superficie de vid del mundo y el mayor productor de vino del mundo, es el país que menos vino consume de su entorno, paradoja que constituye un ejemplo de hasta dónde pueden llegar las consecuencias de la corrupción, en este caso de los hábitos alimenticios. Porque sí, el vino es un alimento, y como reza el tópico, un alimento profundamente enraizado y omnipresente en nuestra cultura, en nuestra religión y en nuestro paisaje. Sin embargo, se consume en España cada vez menos, siendo el consumo más del doble en países de nuestro entorno como Francia, Portugal o Italia. Ello a pesar de que las siempre discutidas investigaciones sobre sus efectos en la salud parecen ir concluyendo que el consumo moderado de vino, propio de nuestra dieta mediterránea, tiene efectos beneficios.
Reforzando la paradoja, la calidad del vino producido en España ha aumentado en los últimos años de forma impresionante. En particular, en Alicante la calidad de los vinos está alcanzando en los últimos años un nivel extraordinario, como destacan las guías de referencia y los principales críticos nacionales e internacionales. Además, muchos de ellos tienen una excelente relación calidad/precio, muy probablemente la mejor de toda España. Dentro de esta revolución del mundo del vino alicantino, podemos encontrar las más modernas tendencias en el mundo de la Viticultura y de la Enología, como la elaboración de vinos «naturales», proyectos de valorización de la biodiversidad y del paisaje agrario, recuperando variedades locales y olvidadas, o algunos escasos ejemplos de excelentes proyectos de Enoturismo. Un dato más, el mes pasado la D.O. Alicante recibió el premio por votación popular a la «Región más valorada de España» durante el Salón de los Grandes Vinos de España organizado por la Guía Peñín.En un sorprendente contrasentido, España, el país con la mayor superficie de vid del mundo y el mayor productor de vino del mundo, es el país que menos vino consume de su entorno, paradoja que constituye un ejemplo de hasta dónde pueden llegar las consecuencias de la corrupción, en este caso de los hábitos alimenticios. Porque sí, el vino es un alimento, y como reza el tópico, un alimento profundamente enraizado y omnipresente en nuestra cultura, en nuestra religión y en nuestro paisaje. Sin embargo, se consume en España cada vez menos, siendo el consumo más del doble en países de nuestro entorno como Francia, Portugal o Italia. Ello a pesar de que las siempre discutidas investigaciones sobre sus efectos en la salud parecen ir concluyendo que el consumo moderado de vino, propio de nuestra dieta mediterránea, tiene efectos beneficios.
Aunque parece estar ocurriendo a espaldas del consumidor más cercano, el cambio está siendo espectacular. «Si estos vinos fueran italianos o franceses la gente se pegaría por conseguirlos» decía hace poco un conocido crítico enológico. Desde 1998, con el ánimo de contribuir a la aplicación de la tecnología y del conocimiento en este sector enológico y vitivinícola, en la Escuela Politécnica Superior de Orihuela de la UMH se ha impartido la Licenciatura de Enología como titulación de segundo ciclo, la cual se ha transformado en el Máster Oficial de Viticultura y Enología que se encuentra en su segunda edición. Muchos de nuestros titulados se encuentran trabajando en el mundo del vino en empresas y prestigiosas bodegas de toda España.
Fuente: Revista Sapiens UMH