El origen del carácter de los vinos Cesilia y su mayor patrimonio, son sin duda sus viñedos, ubicados en un enclave privilegiado de las afueras de la localidad de Novelda (Alicante).

Desde 2009, Casa Sicilia ha apostado por una producción ecológica y equilibrada, sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Tratando las viñas sin productos químicos de síntesis, los caldos resultantes son más saludables, más complejos y de mayor calidad. Amparados, además, por la “Denominación de Origen Protegida de Alicante” por lo que cumplen con exigentes requisitos de calidad y producción.

Conscientes de la importancia de cuidar minuciosamente cada paso del proceso de elaboración de los vinos, el equipo de enólogos tienen a su disposición las técnicas actuales más avanzadas de viticultura. Su objetivo es que estos caldos revelen las cualidades y peculiaridades del “terroir mediterráneo” en el que se encuentran los viñedos. Tienen la compleja tarea de trasladar la magia del “terroir” hasta la botella.

La variedad de uva autóctona Monastrell es la dominante y la protagonista indiscutible de los viñedos de la finca de Casa Sicilia. Además de esta variedad, también se cultivan Merlot, Cabernet Sauvignon, Petit Verdot y Syrah para los tintos, y Albariño, Macabeo, Moscatel, Malvasía y Sauvignon blanco para los blancos.

La textura del suelo, franco limosa, tiene un alto contenido de caliza con riqueza en óxidos de hierro que equilibra y reduce los problemas de clorosis que se pueden encontrar sobre este tipo de suelo.

La zona norte de la finca está constituida de arcilla y yeso, asociado a un bajo contenido de materia orgánica, permitiendo una buena expresión aromática y asegurando una buena estructura de los tintos de este pago. La zona sur está formada de gravas de aluviones de río y limos. En estos suelos, ligeros y frescos, se adaptan muy bien las variedades blancas.

Nuestra climatología mediterránea tiene una ligera influencia continental, permitiendo retardar la maduración de la uva y mantener una humedad muy baja todo el año, que le protege de enfermedades criptogámicas de la viña.